Una buena salud cardiovascular es elemento principal para que las comunidades y poblaciones alrededor del mundo crezcan en bienestar. En un extremo de esto aparece una pésima alimentación rica en colesterol, grasas y carbohidratos sumada al sedentarismo y la predisposición genética a las enfermedades cardiacas. En el otro, aparece una alimentación vegana, una vida activa y una baja predisposición que disminuyen el riesgo. Y a lo largo del espectro que mencionamos existen toda una serie de matices que hacen necesario el uso de la medicina y la tecnología para cuidar nuestro corazón, arterias y venas que lo rodean. Hoy en día las enfermedades cardiovasculares son una de las causas de muerte más frecuente en el mundo.
En un reciente artículo se resalta el papel de la biomímesis en la creación de microambientes que hagan posible la creación de tejido cardíaco, dada la necesidad de su reparación y regeneración. La disciplina se ha enfocado en imitar pistas bioquímicas, estímulos mecánicos, señales eléctricas coordinadas e interacciones entre células. De la misma forma, los equipos de ingenieros y médicos trabajan conjuntamente para generar conocimiento compartido en el desarrollo de andamiajes que permitan el desarrollo de tejidos que puedan aplicarse al corazón como estrategias que permitan la replicación total de la función eléctrica que estos poseen.
Estas aproximaciones han generado esperanza en el desarrollo de mejores soluciones para pacientes con enfermedades derivadas del corazón. El poder regular procesos tan esenciales como respuestas celulares y el crecimiento de tejido van a dar seguramente como resultado la emulación de las características fisiológicas del corazón con vastas implicaciones. Imaginemos por un segundo terapias que puedan suplir el tejido cardíaco totalmente , pudiendo ser remplazadas secciones completas, válvulas externas, internas y vasos completamente que aseguran el desempeño de uno de los órganos más importantes.
Fuente : Cureus
Spanish 
English