El poliestireno expandible es uno de los plásticos del cual dependemos hoy en día debido a su durabilidad, bajo peso, propiedades térmicas, resistencia al agua y capacidad de absorción de golpes. Por ejemplo, es empleado para el empaque de comida perecedera para que se mantenga fresca y a una temperatura apropiada. La mayoría de las aplicaciones de éste material se encuentran en producción de empaques y aislamientos. Desafortunadamente tanta versatilidad tiene un precio alto: Cada año aproximadamente 2 millones de toneladas van a vertederos fuera de las ciudades, además de ser un contaminante de los mares, debido a que nunca se biodegrada totalmente y por lo contrario genera fragmentos que causan daño y muerte a la vida marina.
La biomímesis es amplia y permite soluciones que sean sosteinbles para el planeta. Dos compañías se han esforzado en buscar remplazantes a éste material plásticos empleando desperdicios agrícolas, generando excelente resultados. Por una parte, la empresa filipina Fortuna Cools se dedica a la elaboración de neveras que utilizan como aislamiento cascarilla de coco , el cual es un subproducto de la industria de producción de aceite. En palabras de su dueño, ¨ La cascara ha evolucionado para proteger la carne del coco fresca y aislada del sol tropical, siendo un refrigerador natural. Esta cáscara es hoy en día quemada como desperdicio. Cuando nosotros la procesamos y la usamos para nuestros productos mantenemos el dióxido de carbono fuera de la atmósfera y los plásticos fuera de los vertederos u océanos”. Hoy en día, la materia prima es abastecida por cerca de 1000 familias productoras de pequeña escala. El material es intrínsecamente biodegradable y luego de ser usando como aislante térmico puede ser empleado como compost.
Por otra parte , Cruz Foam, es una empresa fundada en California que ha creado un material patentado basado en la quitina ( material que es encontrado en plantas, insectos , crustáceos y hongos) que puede remplazar a los materiales plásticos derivados de la producción de petróleo. La fuente de su producto son las carcasas de los camarones, el cual es usualmente un desperdicio que es enviado a los vertederos. Sus creadores han estudiado y empleado la biomímesis para su creación desde la concepción del producto. La quitina es procesada con una solución alcalina para producir chitosan , material que permite tener una espuma flexible que puede ser procesada a través de máquinas de extrusión convencionales.
Fuente: Sustainable Brands
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