Luego del agua, el concreto es la sustancia más usada en el planeta (The Guardian ,2019). Si este fuese una país , sería el tercer emisor más grande de dióxido de carbono con 2.8 billlones de toneladas/año, solamente sobrepasado por China y Estados Unidos . El problema de la producción y uso de concreto es inclusive más severo que el del plástico , aunque menos visible. La mayoría de la construcciones que tenemos hoy en día y la infraestructura que se está preparando para el futuro esta basada en este material y su desuso parece casi imposible: Es un producto barato , tiene un buen peso y densidad , es durable y puede ser combinando con otros materiales. Sin embargo, el material presenta diferentes problemas para la sostenibilidad de las décadas por venir:
- Elimina infraestructura natural que es resiliente y alberga biodiversidad.
- Es responsable por el 4-8% de las emisiones globales de dióxido de carbono gracias a su producción
- Su producción necesita grandes agua dulce , de la cual consume un 10%
- El proceso de producción necesita procesos intensivos energéticamente.
Como es evidente, buscar alternativas para su producción puede generar un efecto muy positivo en nuestras sociedades. El biomimetismo ya ha comenzado a sugerir algunos pasos sostenibles para esta industria. Ideas como Natural Process Design Inc y empresas como TecEco Pty en Australia, por ejemplo, imitan el proceso bajo el cual los corales absorben el CO2 disuelto en el agua marina y lo incorporan para formar estructuras de carbonato de calcio, tal como su esqueleto. ¿ Que otras sugerencias podemos ofrecer desde el punto de vista social, económico y del medio ambiente? Te invitamos a conocer el proceso y sus puntos críticos sobre los cuales debemos generar transformaciones.